La activista y Dama de Blanco Ada María López Canino falleció en la tarde de este martes en La Habana a los 54 años de edad, víctima de una repentina enfermedad. Al momento de su deceso la disidente estaba ingresada en el Hospital Clínico Quirúrgico Calixto García tras sufrir un derrame cerebral.
López Canino desarrolló un intenso activismo en la última década que la llevó a formar parte de una gran variedad de iniciativas de la sociedad civil. Hasta el momento de su muerte integró el Movimiento de las Damas de Blanco y gestionó una biblioteca independiente en su vivienda del reparto Capdevila.
Nacida en 1963 en el poblado de Santo Domingo, Villa Clara, la opositora se destacó por su permanente participación en manifestaciones a favor de los derechos humanos y fue invitada como observadora al plebiscito sobre los acuerdos de paz en Colombia.
En numerosas ocasiones fue detenida, sufrió arrestos domiciliarios y constantes amenazas. Su casa se convirtió en parada obligatoria para muchos opositores de provincia que recibieron apoyo, ayuda y hospitalidad.
En numerosas ocasiones fue detenida, sufrió arrestos domiciliarios y constantes amenazas. Su casa se convirtió en parada obligatoria para muchos opositores de provincia que recibieron apoyo, ayuda y hospitalidad
En el informe de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional correspondiente al mes de octubre aparece el nombre de la activista, quien fuera arrestada cada domingo de ese mes mientras intentaba llegar a la Iglesia de Santa Rita en el municipio de Playa, en La Habana.
“Incansable madre de cinco hijos y humilde”, así la describen sus colegas de causa, que señalan también su “constante deseo de superación”. López Canino abrazó las nuevas tecnologías y usó canales como Twitter o Facebook para denunciar la represión que sufren los cubanos.
Colaboró con su hermano, el activista Agustín López Canino, en la confección de boletines informativos para difundir la causa de los derechos humanos dentro de la Isla.
Sus restos mortales serán expuestos en la funeraria de Calabazar, en el municipio Boyeros.
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