El oficialismo cubano insiste en responsabilizar a Estados Unidos del éxodo de balseros cubanos que arriesgan su vida arrojándose al mar, muchas veces sobre embarcaciones precarias, para llegar a la nación norteamericana.
Es la posición que trasmite a las claras un artículo del diario Granma, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba, publicado este martes con la rúbrica del exespía de la Seguridad del Estado, Raúl Antonio Capote, también conocido como el agente “Daniel”.
En el texto, Capote hace referencia a los cubanos desaparecidos en el mar recientemente, luego de actuar “atraídos por los cantos de sirena del sueño americano”, al tiempo que asegura que el Gobierno de Estados Unidos “estimula” la inmigración ilegal “como arma en la guerra sucia contra Cuba”.
“El estímulo constante a la emigración ilegal, mientras se incumplen los acuerdos refrendados entre Cuba y Estados Unidos sobre este tema; la permanencia de la Ley de Ajuste Cubano; más el cerco económico, recrudecido en medio de la pandemia de la COVID-19, señalan, con toda claridad, quiénes incentivan la emigración ilegal y la tragedia que viven algunos incautos en la siempre peligrosa ruta del Estrecho de la Florida”, escribe.
No obstante, el autor no señala que en 2016 el gobierno de Obama, en medio de acuerdos con La Habana dentro del llamado “deshielo” de las relaciones, eliminó la política de “Pies Secos, Pies Mojados” que facilitaba la residencia legal a los migrantes cubanos al tocar suelo estadounidense desde 1995 bajo la administración demócrata de Bill Clinton.
De hecho, el propio servicio costero estadounidense, ante el aumento de las migraciones desde la isla, ha desaconsejado a los cubanos los viajes por vía marítima, no solo por evitar tragedias, sino por las altas probabilidades de ser deportados al país antillano y que su peligroso viaje sea en vano.
Aun sin este “privilegio”, los cubanos siguen emprendiendo el comprometido recorrido hacia el norte. Sin embargo, Capote no responsabiliza en absoluto a la incapacidad probada del gobierno cubano para hacer frente a las crisis económicas como la que vive el país hoy.
En cambio, arremete contra una supuesta “mafia” en Miami que opera la ruta marítima hacia Florida, obviando que muchos balseros se lanzan en embarcaciones fabricadas por sus propios medios, mientras otros tantos cubanos se ponen en peligro cruzando fronteras por tierra desde países latinoamericanos.
“La mafia que opera esa ruta cuenta con casas secretas en Miami; una flotilla de lanchas rápidas, tripuladas por gente dispuesta a todo por ganarse unos dólares, y una larga experiencia en esta y otras actividades ilegales”, dice el autor.
“Muchos riesgos corren quienes emprenden tamaña «aventura», pues a la avaricia de los organizadores no le importa la capacidad de transporte de las lanchas: mientras más personas viajen en ellas, mayor es la ganancia”, asegura.
Como recuerda el propio artículo, la Guardia Costera de EE.UU. (USCG por sus siglas en inglés) ha reportado la intercepción de más de 100 cubanos en lo que va de año, superando ya la cifra total de los 12 meses anteriores. Hace tan solo dos días, la USCG rescató a 12 balseros cubanos cerca de Bahamas que viajaban en un débil bote.
Precisamente en aguas de Bahamas se produjo uno de los incidentes más trágicos de las últimas fechas, cuando al menos una decena de balseros cubanos desapareció en febrero.
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